Érase una vez… un gigante de la red llamado Google que tras varios años liderando el mercado tecnológico mundial, al que casi todas las cosas que tocaba (salvo las dichosas gafas) las convertía en oro al más puro estilo rey Midas, pero al que tras varios años en el “mundo de las maravillas” son muchos los expertos que señalan que el buscador de Internet ha llegado a la cima y que está enfrentándose a varios problemas importantes que pueden hacer que “baje de su nube”.
Lo más alarmante es el apartado de la publicidad en Internet, la cual es su principal fuente de ingresos. El buscador americano está siendo viendo gravemente perjudicado por todos los movimientos que se están dando en la red y el crecimiento de los adblockers (bloqueadores de anuncios) que vienen a ser los piratas informáticos, que están minando la moral y la cartera de los medios de comunicación que viven de la publicidad y a Google que es el que sirve la publicidad que se está bloqueando en esos medios.
Por si no fuera poco, saltaron todas las alarmas cuando Google vio como sus precios caían en picado en el ámbito publicitario (retrocediendo el CPC trimestre tras trimestre) haciendo que los usuarios hagan cada vez menos clics en la publicidad por Internet, ocasionando así que sus competidores busquen otras vías de facturación.
La hegemonía de Google en el terreno de las búsquedas ya no es incontestable (aunque en Europa sus cifras sigan siendo relevantes) ya que sus cuotas de mercado no son tan elevadas en otros países como puede ser Estados Unidos, en el que para más INRI Google ya no es el buscador por defecto en algunos navegadores, como sucede con Firefox.
Puede que los buscadores en general hayan llegado a lo más alto pero que a partir de ahora en el mundo de la movilidad, en el que no se adaptan de la misma manera, ya que siempre se enfocó a ser una herramienta de escritorio y con el móvil es diferente, contando con ciertas aplicaciones que cubren las necesidades de los buscadores.